martes, 25 de abril de 2017

Resumen de la sesión "Camus. Entre justicia y madre"

Reseñamos una nueva sesión de nuestro club de lectura, dedicada por segunda vez al cómic en la actual temporada. Si en fecha anterior debatimos en torno a la creación de  la autora libanesa Zeina Abirached, El piano oriental, en esta ocasión hemos examinado el trabajo de José Lenzini y Laurent Gnoni, Camus. Entre justicia y madre, recién publicado por Norma Editorial a partir de la correspondiente edición francesa. Se trata de una primicia, pues los ejemplares, donados gentilmente a la Biblioteca por la empresa editora, acaban de ponerse a la venta en librerías. La sesión se incluye en el conjunto de actos que la Fundación Tres Culturas dedica a la conmemoración del 60º aniversario de la concesión del Premio Nobel a Albert Camus, entre los que sobresale el encuentro que tendrá lugar próximamente, en la sede de la Fundación, con el guionista de la obra, José Lenzini. Como es habitual, la presentación del libro en el club de lectura se acompaña de una selección de temas musicales confeccionada en esta ocasión con la colaboración del propio José Lenzini y del periodista Javier Valenzuela a partir de ciertas piezas del gusto de Camus, según palabras de los recopiladores, y otras inspiradas en su espíritu y en su obra.

Conversación con el editor
Como introducción al debate posterior, Olga Cuadrado esbozó un perfil del escritor francés, destacando algunos aspectos de su biografía y de su creación, así como el interés que en España suscita la obra del autor. Luis Martínez, en representación de la empresa editorial y responsable de la edición en español, participó en videoconferencia y respondió a las cuestiones planteadas por los lectores a partir de un turno de preguntas y respuestas iniciado por Olga.
Respecto a la difusión que el cómic tiene en nuestro país, y en concreto a qué franja de público va, en principio, dirigida la publicación, Martínez afirmó que Camus posee una biografía potente, jalonada de acontecimientos tanto personales como históricos, digna de ser novelada. La decisión editorial de publicar en España a partir de la edición francesa, teniendo en cuenta las características del mercado del cómic en nuestro país, se debe en parte tanto a este hecho como a la posibilidad de hacer accesible la figura de Camus, su vida y los valores que defendía, a un público joven. En este sentido, la estética adoptada por el dibujante, basada en colores pálidos, junto con el esquema narrativo adoptado, apuntarían a este objetivo.

En cuanto a si España tiene alguna deuda pendiente con el escritor, dada la atracción que nuestro país ejerció sobre él, tanto en lo que respecta a su literatura, al carácter de su pueblo y a su historia, Martínez opina que esa unión con España ha sido correspondida desde nuestro país, como lo atestiguan las ediciones de su obra, el interés académico que suscita, y la presencia en prensa. En este sentido, la editorial ha publicado en cómic dos obras del autor, El huésped (2011) y El extranjero (2014), con guión y dibujos de Jacques Fernandez.

Respecto a las dificultades para trasvasar una obra literaria, tales como las mencionadas y otras, extensas y complejas, al lenguaje del cómic, manifestó que se trata de una colaboración del autor o autores del cómic con el texto literario. Puso como ejemplos la novela gráfica ¿Cuánta tierra necesita un hombre? (2010), de Martin Veyron, basada en el texto de Leon Tolstoi, Nos vemos allá arriba (2017), de Christian de Metter, adaptación de la novela de Pierre Lemaitre del mismo título, galardonada con el premio Goncourt en 2013, todas ellas publicadas por su editorial. No consiste evidentemente en intentar un traslado automático entre ambos lenguajes, por otro lado imposible, sino en la creación de un nuevo producto en el que es determinante el valor añadido proporcionado por el lenguaje gráfico.
Respecto a la edición, publicitada como “novela gráfica”, denominación que pasó a explicar con detalle a demanda de una de las lectoras, Luis Martínez respondió a las observaciones de otros lectores respecto a elementos formales de la obra, tales como el diferente uso de los colores en las viñetas, y en la posibilidad de que expresaran temas concretos. En este sentido, explicó que, en su opinión, se trata de una decisión estética del dibujante, a la vez que puede tratarse de un recurso para expresar tiempos en la narración, cambios de escena y otros elementos estructurales.

Compartiendo ideas
En general, los participantes en la puesta en común, coincidieron en haber disfrutado de la lectura y se elogió la calidad de la obra, desde la edición material en sí misma hasta las características del propio relato. Llamó la atención la figura del narrador que, desde la primera persona, interpela a un tú, el personaje Albert Camus, un narrador que conoce íntimamente al autor desde su infancia y comparte las vicisitudes de su vida, sus anhelos, miedos y pensamiento, al tiempo que desvela al lector su biografía. La recepción del Premio Nobel será el eje temporal y recurrente en que se organiza el relato, dando título,"Discurso de Suecia", a cada una de sus partes. Por otro lado, la historia aparece narrada de tal modo que constituiría en sí misma un avance de guión gráfico para su versión cinematográfica.
La elección de los elementos cromáticos mediante los que se desarrolla la historia resultan muy oportunos. Destaca el uso de colores planos, sin volumen, al gusto de cierta estética de mediados del siglo XX, o bien de tonos apagados, al estilo de determinados cómics clásicos. Así mismo, los azules, malvas, amarillos o rojos, parecen evocar tiempos de la historia e incluso variar de intensidad según los contenidos. En las viñetas, como suele ser habitual en el cómic, se utilizan todos los tipos de planos, junto con otros recursos originales. Algunas aparecen diseñadas a sangre, en otras el autor juega con tamaños y perspectivas de personajes con finalidad expresiva, transgrediendo creativamente las estructuras de los cómics tradicionales.

Resultó casi inevitable comparar la estética naïf de El piano oriental, de Zeina Abirache, con la obra de Lenzini y Gnoni, basada en otros supuestos creativos. La narrativa verbal no solo apoya a la imagen, sino que en ocasiones, mediante extensos textos, parece autónoma de aquélla, comunicando un punto de vista sobre Albert Camus, y en este sentido no hemos de olvidar que el guionista, Lenzini, es amante de la obra del escritor y experto en su literatura. Por otro lado, los dibujos parecen hablar por sí solos, sin aparente necesidad de texto. Los trabajos de guionista y dibujante han alcanzado, no obstante, una simbiosis en cuanto a la explotación de sus virtualidades expresivas.

La madre de Albert Camus aparece como un referente imprescindible en su vida. Mujer luchadora, viuda desde joven y sin apenas recursos económicos, logró que finalmente su hijo pudiera asistir a la escuela. En este aspecto, contrasta con el personaje autoritario de la abuela. Especial atención merece el tema de la amistad, destacado en el papel del narrador, el anónimo amigo íntimo que nos narra la historia de Camus al filo de los cien años de su nacimiento, un Camus que se nos muestra como persona solitaria y reflexiva, dada a la instrospección y al análisis, amante de la justicia social, de la libertad y de la independencia personal, y hasta el final fiel a sí mismo, a su pensamiento. Las consecuencias de su autonomía intelectual, de su rebeldía, se harán evidentes con la ruptura con el partido comunista, la especial relación con Jean Paul Sartre, sus vínculos con el anarquismo, y el ostracismo al que el personaje fue sometido por un sector de la intelligentsia parisina, al posicionarse durante la guerra de Argelia en relación al subtítulo de la obra que discutimos, “entre la justicia y la madre”.

Existe acuerdo en que Camus. Entre  justicia y madre, es un excelente texto para introducir la figura y obra del escritor francés, oportuno tanto para un público joven como adulto. Algunos de los integrantes docentes del club, en este sentido, comentan la posibilidad de incluirlo entre las lecturas de sus alumnos. Claro que esta accesibilidad va en detrimento de una exposición más realista de su biografía, dulcificada en esta publicación. Del mismo modo, su obra aparece solo apuntada, sin entrar en su significado ni en lo que representa en la creación intelectual de su siglo. Temas como el absurdo, el permanente planteamiento del sentido de la existencia, las reflexiones en torno a la condición humana, en suma, una exposición en torno al Camus filósofo, se encuentran soslayados. Pero tal como Luis Martínez comentó en la videoconferencia, la finalidad de la publicación es introducir al público en la vida de un personaje de la talla de Albert Camus. Y, en este aspecto, tal objetivo está plenamente conseguido. Después toca profundizar en su pensamiento leyendo su obra.

Y para terminar...
Nos cuenta Fidel Pernía las dificultades para concebir un pan acorde con la publicación, pues "una cosa es hacer un pan de una literatura y otra cosa es sacar un pan de una biografía". Pero su creatividad dio con la solución. La figura de la madre, que hilvana el pensamiento de Camus durante su discurso oficial en el gran salón de Estocolmo, será el elemento de inspiración para Fidel, que cocerá un pan de setas, unas setas "símbolo de tierra de vida y olor a mantillo, a bosques frondosos húmedos y verdes, a madre naturaleza", "unas setas que surgen incluso en un medio hostil y humilde, por la fuerza que imprime la vida". El resultado, un pan exquisito de textura y sabor que degustamos con placer.

Federico Ruiz Rubio, miembro de Tres con libros.
Fotografía, Marisa March.
Imágenes libro: Norma Editorial.




miércoles, 12 de abril de 2017



Para poder tener una experiencia lectora más completa desde hace unos años Tres con libros elabora listas de música por cada libro programado. En esta ocasión, os presentamos la lista de música de la novela gráfica Camus. Entre justicia y madre, editada magníficamente por Norma editorial, en la que hemos contado para su elaboración con el guionista del cómic José Lenzini y con Javier Valenzuela, escritor y periodista.

Valenzuela nos ha enviado una relación de temas de música divididos en tres secciones. Desde aquí le agradecemos este exquisito trabajo. Podéis disfrutar de la lista de música para rendirle un merecido tributo a Albert Camus.

La música de Albert Camus

Temas que le gustaban a Albert Camus

Adieux de l'hôtesse arabe, Bizet
La Vie en rose, Edith Piaff 
Saint James Infirmary, Louis Amstrong
Take Five, Dave Brubeck
J´Attendrai, Tino Rossi
Suspiros de España. Pasodoble, Estrellita Castro
Hijos del pueblo, himno de la CNT

Temas con espíritu camusiano

J´en ai marre, Hugues Le Bars
Show Me, Neil Young

Temas inspirados en la obra de Camus

Killing an Arab, The Cure (Inspirada en El extranjero)
Bohemian Rhapsody, Queen (Inspirada en El extranjero)
L'étranger, Tuxedomoon (Inspirada en El extranjero)


Homenaje a Albert Camus. Programación de lectura


La Fundación Tres Culturas y Norma Editorial rinden homenaje a Albert Camus en el 60º aniversario de la concesión del premio Nobel de Literatura con la presentación de la novela gráfica Camus. Entre justicia y madre, de José Lenzini y Laurent Gnoni. 


Albert Camus fue novelista, ensayista y autor de obras teatrales, cuyo pensamiento y trayectoria vital se desarrolla en una época marcada por las dos guerras mundiales y por el conflicto de Argelia, su patria natal. 

PROGRAMACIÓN DE LECTURA

Semana del 30 de marzo al 6 de abril de 2017*
Entrega del ejemplar.

Miércoles, 19 de abril de 2017*
18.00 h. Sesión del club de lectura. Puesta en común de la obra e intercambio de ideas. Además tendremos conexión vía Skype con el responsable de la edición en español, Luis Martínez Guereño, editor deNorma Editorial.

Miércoles, 26 de abril de 2017*
19.30 h. Homenaje a Albert Camus. El guionista José Lenzini estará acompañado por el director gerente del ICAS Paco Cerrejón. Además, el dibujante Abel Ippólito dibujará en vivo algunas viñetas sobre la vida del pensador argelino.


* Fechas sujetas a modificación según necesidades del club.

martes, 11 de abril de 2017

Resumen de la sesión "Escuchar Irán"

Patricia Almarcegui, autora de Escuchar Irán (Fundación Newclastle), es una escritora conocida en nuestro club de lectura. En otra ocasión compartimos su novela El pintor y la viajera (Ediciones B), y entonces, como ahora, tuvimos oportunidad de conversar con ella. Escuchar Irán es un libro de viajes, resultado de la reelaboración de dos diarios correspondientes al viaje de siete semanas que la escritora realizó en solitario al país musulmán. La presentación del libro tuvo lugar en el contexto de un ciclo dedicado al cine iraní, previa a la proyección de la película Nahid, de Ida Panahanded, y en el conjunto de actos que la Fundación ha dedicado a Irán.

Durante la sesión de lectura, la autora participó, esta vez mediante videoconferencia, explicando aspectos de su obra y respondiendo a las preguntas de los lectores. Su intervención, que ocupó buena parte de la sesión, enriqueció el debate sobre el libro, tanto por complementar o aclarar determinados puntos de vista de los participantes como  por sus aportaciones de primera mano al ser conocedora del país por haberlo visitado varias veces. Todo ello unido a sus dotes de comunicadora.

Existió una cierta unanimidad en destacar que la lectura de la obra supone un estímulo para conocer y descubrir Irán, un territorio del que se tiene noticias a través de los medios de comunicación, pero que resulta desconocido en su realidad, tales son los tópicos que condicionan nuestro punto de vista sobre este país en particular y, en general, sobre el mundo árabe.

La nitidez con que se diferencian en el libro los espacios públicos y privados respecto a la situación de la mujer, es otro aspecto que se resaltó en el debate. En este sentido, y como elemento de reflexión, resulta esclarecedora la producción de Robert Cahen, Sanaa, passages en noir (2007), citada en el texto, y que fue comentada por algunas lectoras. En este orden de cosas, fue objeto de controversia el plantear si los condicionantes que sufre la mujer musulmana en el espacio público, y que constriñen su libertad, son semejantes cualitativamente a las limitaciones que soporta la mujer en occidente. Existen lugares y situaciones, independientemente de la geografía, en que la mujer no puede desenvolverse libremente, aunque, según otras opiniones, es indudable, a pesar del camino que aún queda por recorrer, que se han producido importantes avances. En este sentido, la autora afirmó durante su intervención que, en cuanto a los condicionantes sociales, reconoce su diferencia y también superioridad respecto de las mujeres iraníes, consecuencia de su entorno cultural occidental.

Mapa elaborado por Marisa March.
Se le preguntó cómo había concebido su viaje al país, si como colonizadora o como huésped, a tenor de dos actitudes que los viajeros pueden manifestar al visitar ciertos lugares que muestran un marcado contraste cultural en relación con el de origen. Ante esta cuestión, que se le formuló unida a cómo entendía ella la diferencia entre mirar y ver al enfrentarse a una realidad diferente, justificó Almarcegui su decisión de no comentar lo que se ve. Según la autora, los viajeros han opinado excesivamente en sus viajes y, a pesar de constatar aspectos de la vida iraní, su decisión fue, al sentirse huésped en Irán, "mirar con los ojos muy abiertos", además de escuchar, en referencia al título de su libro.

Cuestiones relativas a las inquietudes de la población y a la rica vida cultural existente en el país, con referencia explícita a los fondos del Museo de Arte Contemporáneo de Teherán, fueron objeto de varias intervenciones. En este sentido, la autora combatió la idea estereotipada del supuesto retraso de la sociedad iraní respecto a los países occidentales. Afirmó que la imagen de Irán que ofrecen los medios de comunicación en absoluto se corresponde con la realidad. Para explicar la realidad iraní, tal como ella la entiende, recurrió al concepto unamuniano de intrahistoria, la corriente vital y subterránea formada por la actividad cotidiana del inmenso conjunto de hombres y mujeres sin historia, que no la protagonizan pero hacen posible sus cambios, su dinámica. Esto ya es visible en Irán, según Almarcegui. A pesar de las restricciones a la libertad, tal como nosotros la concebimos, a pesar de la violación de los derechos humanos, de la situación de la mujer, la población iraní vive con intensidad su propia vida con formas de diversión e interacción social parecidas a las nuestras, y relativamente al margen de la ideología oficial. De hecho, pronostica un cambio en las estructuras sociales y de poder en próximas generaciones, en el contexto de las transformaciones que emergieron a raíz de la primavera árabe, aunque dicho cambio tardará en llegar. En este aspecto, y como referencia, se citaron películas recientes, tales como Taxi Teherán, de Jafar Panahi, la ya mencionada Nahid, de Ida Panahanded, y la recién oscarizada El viajante, de Asghar Farhadi. En todas ellas se percibe la vida cotidiana de la gente y su diversidad, con sus inquietudes y contradicciones, el retrato de una sociedad, la iraní, que nos resulta próxima.

Se destacaron ciertos rasgos de estilo periodístico en la escritura, como el uso de oraciones cortas, tiempos verbales en presente y léxico común. Así mismo, se pusieron de manifiesto valores descriptivos y plásticos referentes a la arquitectura y a las peculiaridades del paisaje iraní, a las ciudades, como Isfahan o Shiraz, a los colores y a la poesía. En este sentido, llamó la atención el amor del pueblo iraní por la poesía, la lectura de poemas en la tumba del poeta Hafez por parte de los visitantes al lugar, y las alusiones a Jayyam. El contacto con culturas diferentes provoca que nuestra mirada recobre frescura e incluso nos haga modificar los puntos de vista sobre el propio lugar a nuestro regreso.

Pero no todos los aspectos del libro resultaron del agrado de los lectores. La edición de Newcastle recibió críticas, tanto por su formato, que hace incómoda la lectura, como por la ausencia de material gráfico, tales como ilustraciones y, sobre todo, mapas, que hubieran enriquecido la publicación.

Por otro lado, llamó la atención el hecho de que no aparezca representada la realidad sociopolítica de Irán, la vulneración de los derechos humanos, la censura, las consecuencias de un estado teocrático, aspectos menos amables sobre los que la autora en ningún momento manifestó su opinión en el libro, su crítica o censura. No obstante, tras haber escuchado a la escritora, se hace evidente que es el texto que ella ha decidido hacer. También se hubiera deseado una exposición de la cultura iraní a mayor profundidad.

Respecto a la estructura de la obra, se apuntó a que el producto inicial, los diarios, debería haberse sometido a una elaboración más completa. Los materiales que la componen, el contenido narrativo de los diarios, las digresiones sobre aspectos de la cultura o arte iraníes, junto con la intensidad con que se expresan ciertas emociones y sentimientos, forman un conjunto que, a juicio de parte de los lectores, hubiera necesitado un mayor ensamblaje.

En conclusión, Escuchar Irán se ha valorado como una obra estimulante en cuanto introducción al viaje a ese país, con información sobre lugares, costumbres, hábitos, usos sociales y características de la población, de modo que suscita el interés por conocer Irán. Sin embargo, no ha satisfecho las expectativas desde el punto de vista literario, tanto en que se ha echado en falta una mayor reflexión y profundización en la cultura iraní, así como una organización textual más elaborada.


Y mientras transcurría la tarde de primavera, entre conversaciones e intercambios de puntos de vista, saboreamos, una vez más, el pan con que Fidel Pernía nos deleitó. Estaba compuesto sobre una base redonda de pan de lima, limón, hierbabuena y cinco pimientas, con un relleno de queso gorgonzola y ciruelas. Según Fidel nos explica, aparecen simbólicamente figurados el país, en la base de pan, y el viajero, en el relleno. El molde cerrado en que se hornea representa así mismo una sociedad cerrada, y el calor del horno es un intento de fusión de todos los elementos que componen el pan. Esa fusión, como es notorio en el resultado, no llega a darse. Pero, en el producto, sí existe una transformación de los elementos que componen el pan, en cuanto que, sin perder su identidad, adquieren nuevos matices de sabor.

Federico Ruiz, miembro de Tres con libros


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