domingo, 13 de noviembre de 2016

Tres Culturas rinde homenaje a Fátima Mernissi

Nuestra última sesión de lectura, el pasado 15 de noviembre, dedicada a la obra Sueños en el umbral. Memorias de una niña del harén (Barcelona, 1996), de la intelectual y activista marroquí Fátima Mernissi, premio príncipede Asturias (2003), ha resultado muy especial. Por vez primera en la andadura de nuestro club, hemos compartido el debate con otro club de lectura, el del Centro de Documentación María Zambrano del Instituto Andaluz de la Mujer. Así pues, no resultó sorprendente, en una biblioteca casi abarrotada de público, que la sesión se prolongara algo más de lo previsto debido al estimulante debate e intercambio de ideas que se produjo entre los asistentes acerca de la obra y figura de la escritora, fallecida hace justamente un año. Este acto, que conmemora el aniversario de su desaparición, se organiza en el contexto de otros con que la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo rinde homenaje a Mernissi.

La presentación de la autora corrió a cargo de Maria-Àngel Roque,  directora del departamento de Culturas Mediterráneas en el IEMed y de la revista ‘Quaderns de la Mediterrània’, y amiga personal de Fatema Mernissi. Fue precisamente esta amistad, mantenida durante años, lo que le permitió comunicar una semblanza tanto intelectual como humana de la escritora, al compartir con los lectores de su obra algunos de los momentos vividos en común, detalles de su biografía y compromiso vital. Porque Fátima Mernissi fue una mujer comprometida, especialmente con la liberación de la mujer, sobre todo a partir de su regreso a Marruecos, tras haber completado su formación académica en París y Estados Unidos. Especializada en estudios coránicos, sometió el libro sagrado a una profunda reflexión sobre la consideración de la mujer en los textos, resultando una visión innovadora y revolucionaria que le valió el rechazo y prohibición de su obra (El harén político, El velo y la élite masculina entre otros estudios) en distintos países musulmanes, entre ellos Marruecos.

Sueños en el umbral es una obra de carácter narrativo basada en la biografía novelada de su autora, de carácter ficcional por tanto. Precisamente por su inspiración biográfica, la narradora nos muestra con minucioso detalle y de primera mano, y desde la visión de una niña de nueve años, la vida en un hogar acomodado de Fez a mediados del siglo pasado. Nos narra la rutina en la amplia vivienda, en los patios, en las salas, en la azotea, los juegos, los espectáculos familiares que se organizaban durante las veladas nocturnas… Una vida mediatizada por la existencia de espacios y fronteras sagradas estrictamente definidas (hudud) cuya función expresa es proteger a las mujeres, obligadas a permanecer en el interior de esos límites. Sin embargo, de los hechos y situaciones transmitidos al lector, narrados con la inocencia de la mirada infantil, evidente estrategia narrativa, se deriva una crítica demoledora y sin concesiones a la complacencia de la situación de la mujer en Marruecos, y por extensión en el mundo árabe. De este modo, y en consonancia con el resto de su obra, se hace evidente la pretensión expresada por la autora, mostrar críticamente el estado de la mujer marroquí, que  aunque reivindica su propio espacio de género, en que el se desenvuelve y aparece como dueña, encuentra su libertad constreñida por muros físicos que le impiden el movimiento libre, o por otros de tipo cultural que imposibilitan el desarrollo de otras capacidades, reservadas exclusivamente a los hombres. Por extensión, se comentaron aspectos relacionados con la mujer en occidente, con opiniones diversas y en ocasiones opuestas.

En las intervenciones se trataron además aspectos tales como la sucesión de capítulos distribuidos en núcleos temáticos, la descripción y organización interna de los harenes, de la ciudad y del campo, los roles de género asignados, los juegos de los niños y niñas, las veladas en las azoteas, la muy escasa vida social de las mujeres fuera del harén, el haman, la importancia de la cosmética y del atuendo… Se consideraron los personajes, masculinos y femeninos, representantes de diferentes roles, funciones y actitudes sociales, en una narrativa que, en su conjunto, compone un friso bastante coherente y completo de la clase acomodada marroquí de mediados del siglo pasado.

Brisa de mi azotea, por Fidel Pernía. 
Ya casi al término de la sesión, durante las últimas intervenciones, y mientras se proyectaban imágenes de la escritora, tuvimos ocasión de degustar el fantástico pan con que Fidel Pernía nos deleitó para la ocasión, esta vez con una base de azahar y naranja, con evocaciones transfonterizas inspiradas en los juegos de las niñas en las azoteas y patios de Fez, elementos arquitectónicos tan importantes en  Sueños…, paralelos a los juegos de las niñas en las azoteas y patios de Sevilla. Evocaciones, sueños al fin, aunque tal y como advierte Tia Habiba a la narradora, refiriéndose especialmente a las mujeres, “Para quienes carecen de poder, lo importante es tener un sueño… Es cierto que si no posees el poder, un simple sueño no transforma el mundo ni hace desaparecer los muros, pero te ayuda a conservar la dignidad. Dignidad es tener un sueño, un sueño fuerte, que te dé una ilusión, un mundo en el que tengas un lugar, en el que cuanto hayas de aportar sea importante”.

En suma, una sesión especialmente memorable, rica en el debate, variado y en ocasiones con puntos de vista unas veces contrapuestos, otras complementarios, pero que conformó en su conjunto una visión a la vez colmada y precisa de la autora marroquí y de su obra. 

Texto: Federico Ruiz
Fotografías: Tres Culturas

Otros enlaces de interés...




No hay comentarios:

Vuelve Petros Márkaris a Tres con libros

Universidad para asesinos (Tusquets) es la última entrega de la saga de Kostas Jaritos, el comisario creado por Petros Márkaris, todo un ...