viernes, 5 de diciembre de 2014

Pan de tomate seco y albahaca y aliño de aceitunas para despedir a Mohamed Chukri


Pan de tomate seco y albahaca y de aliño de aceitunas negras, Fidel Pernía (Masa Bambini)
Para despedir a Mohamed Chukri, Fidel Pernía seleccionó para esta ocasión un pan de tomate seco y albahaca y otro de aliño de aceitunas negras. con ambos celebramos el florecimiento de este escritor que fue un niño de la calle. 

Por su parte, Ana Pérez nos envía una receta de mermelada de calabaza. Se ha inspirado en ella de la página 186 a la 194.

Mermelada de calabaza, por Ana Pérez

Ingredientes
1 kg. aproximadamente de calabaza de otoño. La variedad con corteza lisa y dura de forma alargada y en su interior descubrimos, en su corte, un maravilloso color naranja y se aprovecha casi en su totalidad al tener pocas semillas y situadas en la base de  la calabaza.
1 taza de azúcar blanquilla. Aproximadamente 200 grs.
1 y 1/2  taza de agua
1 clavo de olor
1 rama de canela
1 jengibre pequeño
1/2 limón
1 lámina de gelatina neutra o sobre de otro gelificante.

Elaboración
Cortamos la calabaza ya pelada en trozos (tamaño dados) para facilitar la cocción y textura.
Ponemos a cocer en agua la rama de canela, el clavo de olor y la mitad del azúcar. Pasados unos minutos de cocción retirar la rama de canela y el clavo. Añadir la calabaza troceada y el resto del azúcar.
Seguidamente cuando esté casi tierna la calabaza rallamos el jengibre. La cantidad, según el gusto de cada uno, teniendo en cuenta que aporta un toque ácido. Por último, añadimos el zumo de medio limón y el gelificante. Tiempo estimado para la elaboración unos 45 minutos.
Dejamos reposar en recipiente elegido al menos 6 horas antes de consumirla para conseguir la mezcla ideal de sabores. Podemos conservarla en tarros de cristal previamente esterilizados y una vez rellenos de la mermelada efectuamos el tradicional baño María para su óptima conservación casera.



jueves, 4 de diciembre de 2014

Bernardo Atxaga recuerda a Mohamed Chukri



Desde aquí le agradecemos a Bernardo Atxaga su disposición a grabar este vídeo. Era una mañana lluviosa en Sevilla, hasta el Hotel NH Plaza de Armas se desplazaron los técnicos de Tres Culturas Ángel Yebra y Ramsés García para grabar los recuerdos que Atxaga tiene de Mohamed Chukri. 

Gracias al Centro Andaluz de las Letras y NH Plaza de Armas por facilitarnos el encuentro con Atxaga y el espacio para realizarlo.

'Recuerdo de Mohamed Chukri, algo más que un Bukowski marroquí' por Alejandro Luque






No podemos superar la crónica de Alejandro Luque publicada el 27 de noviembre en El correo de AndalucíaRecuerdo de Mohamed Chukri, algo más que un Bukowski marroquí fue el titular elegido por Luque. Nosotras lo reproducimos aquí y le damos las gracias a Alejandro por asistir a esta mesa redonda que se fraguó con un café a finales de 2013. 

Alejandro Luque

Aunque hace tiempo que conquistó el panteón de los clásicos contemporáneos, Mohamed Chukri (Beni Chikar, 1935-Tánger, 2003) sigue siendo para muchos lectores un nombre a descubrir. Con este propósito tuvo lugar este miércoles en la Fundación Tres Culturas una jornada de homenaje al autor marroquí, bajo un doble pretexto: el décimo aniversario de la muerte de Chukri y, de otro, el cuarenta de la publicación de su obra más emblemática, El pan desnudo. Aunque ambas efemérides ocurrieron el año pasado, ha sido ahora cuando se ha podido reunir en Sevilla a algunos destacados especialistas en su obra.

«He vivido el último año con Chukri, con su legado y su fantasma, como personaje de mi primera novela, Tangerina, donde el escritor guía al protagonista por los bajos fondos de la ciudad», empezó comentando el periodista Javier Valenzuela, quien fue amigo personal del escritor. Valenzuela recordó la extracción humilde del escritor, su descubrimiento por parte de Paul Bowles y sus peculiares hábitos.

«La mayor cogorza de mi vida la pillé con él. Aunque jamás perdía la compostura, era un tremendo bebedor, fumador eventual de kifi y de hachís, y tenía una relación muy sensible y tierna con prostitutas. Esto hacía que Tánger y la sociedad marroquí en general lo mirara fatal, lo veían como borracho, marginal y autor de una obra que consideraban impublicable, El pan desnudo», prosiguió Valenzuela. «Es el escritor que introduce al individuo en las letras magrebíes, y probablemente árabes. Escribe el yo en una literatura que hasta entonces ha hablado de nosotros: la familia, la comunidad. Esto es revolucionario, como ser el hombre que dijo que la gran reivindicación pendiente de su pueblo era la dignidad, como luego se vio en la Primavera árabe».

«Propuse dedicar un número del suplemento cultural Babelia a Chukri. Ni que decir tiene, mi jefe no tenía ni idea de quién era, me reprochó que ni siquiera publicara en Alfaguara… Cuando volví a ver a Chukri, le llevé una botella de Málaga virgen e insistió en que nos la tomáramos en el Ritz con un pollo con patatas. Quienes lo conocimos solo podemos hablar de su inmensa ternura», agregó.

Otro periodista que conoció y entrevistó a Chukri es Juan José Téllez, quien llegó al autor de El pan desnudo a través de Paul Bowles. «En un viaje a Tánger, cuando no existía Google ni el Instituto Cervantes, asistí a una reunión de escritores marroquíes que empezaban a escribir en español. Con cierto aire de clochard parisno y un foulard al cuello, oí a un tipo bigotudo reprochar a unos chavales que hablaran francés. Era Chukri, y no pude sino dejarme fascinar por aquel individuo tan valleinclaniano, como un perfecto Max Estrella».

Téllez recordó que lo encontró varias veces después, en el Ritz como en otras de sus «guaridas» habituales, y hasta llegaron a verse en la insólita cita de una visita oficial de José María Aznar a Tánger, cuando era presidente del Gobierno español. «Quién nos iba a decir que nos veríamos junto a un personaje que terminó su legislatura con la guerra del Perejil», agregó.

Una de las últimas entrevistas que hizo Téllez al autor fue por teléfono, cuando estaba invitado en un ciclo de conferencias en Cádiz. «Cuando anunciaron a Chukri que le iban a pagar 250.000 pesetas de las de entonces por una charla, se fue a celebrarlo y lo celebró tanto que no pudo ni embarcar», comentó el periodista.

EL FANTASMA DE ‘EL PAN’

«Un clásico de la literatura marroquí, y universal», así definió la traductora Rajae Boumediane El Metni, quien recalcó sin embargo: «El fantasma de El pan a secas –como se ha rebautizado este libro– no dejó de perseguirlo, aunque escribió otros muchos libros».

De hecho, la traductora señaló títulos inéditos en español como El loco de las rosas, de próxima aparición en la editorial Cabaret Voltaire; El zoco chico, supuesta continuación de El pan desnudo, un volumen de conversaciones con Tennessee Williams o la obra teatral La felicidad.

Por último, el director de cine Juan José Ponce, que exhibió en el acto su cinta Maldita calle (2003), donde aparece el propio Chukri hablando y fumando morosamente, recordó que «no deja de sorprenderme que cada año me pidan el documental para hablar de la problemática de los niños de la calle de Marruecos y de Chukri. Fue algo más que el Bukowski marroquí, se atrevió a hablar de lo que nadie había hablado, y no le trajo en vida cosas muy buenas».


'Chukri, simplemente' por Rajae Boumediane El Metni



Rajae Boumediane El Metni en Tres Culturas. Fotografía: Ramsés García

Mohamed Chukri a secas, así titulamos la mesa redonda que Tres Culturas organizó para rendir homenaje al escritor Mohamed Chukri. Contamos con la presencia no sólo de la traductora de El pan a secas o Paul Bowles, el recluso de Tánger (Cabaret Voltaire) sino con la persona que gracias a su perseverancia la obra de Mohamed Chukri ha podido ser rescatada del olvido. Más de siete años le costó llegar hasta la última opción, una última llamada y lo consiguió. Al otro lado estaba Miguel Lázaro, editor de Cabaret Voltaire. 

Rajae Boumediane El Metni es una mujer cercana, sincera y con la que podrías estar horas charlando. Nos ha facilitado su intervención en la mesa redonda, desde aquí le damos las gracias. 

Chukri simplemente

No nos podemos acercar a la vida y obra de Mohamed Chukri (1935-2003) sin relacionarle con El pan a secas, un clásico de la literatura marroquí y un hito en la literatura universal. Pero, ¿acaso Chukri fue autor de un solo libro?

Chukri escribió más libros: cuentos, novela, teatro y diarios pero el fantasma de El pan a secas no dejó de perseguirle toda su vida, incluso después de muerto. En una entrevista concedida a Javier Valenzuela para El País en octubre de 2002, Chukri confiesa la maldición de El pan a secas: “Oye, te voy a hacer una confesión: yo quiero matar la fama que me dio El pan desnudo. Escribí Tiempo de errores y no se murió. He escrito Rostros, y tampoco. El pan desnudo no quiere morir. Y me aplasta. Me siento como esos escritores aplastados por la fama de un solo libro. Como Cervantes con Don Quijote, o Flaubert con Madame Bovary, o D. H. Lawrence con El amante de Lady Chaterley. El pan desnudo sigue sin morir, el hijo de puta. Los niños por la calle no me llaman Chukri, me llaman El pan desnudo. Ese libro me dice todos los días: “Aquí estoy, vivo”. 

Desde la muerte de Chukri en el 2003 no se había publicado ni reeditado ninguna de sus obras hasta el 2012. Nueve años de silencio absoluto, de muerte literaria. En todos los medios se hablaba de la Fundación Mohamed Chukri, tardé siete años en averiguar que dicha fundación nunca existió. La ansiada Fundación Mohamed Chukri se creó, finalmente, en Tánger en 2013 gracias a varios amigos como Abdellatif Ben Yahya o Zoubeir Ben Bouchta. Como los derechos de autor estaban en manos de sus herederos, inicié un nuevo desafío: contactar y negociar con ellos para que se pudiera volver a publicar la obra de Chukri.

Teniendo en cuenta el título de esta mesa redonda, Chukri a secas y recordando al autor, en el undécimo aniversario de su muerte,  no vamos a hablar tan sólo de El pan a secas si no que vamos a pasar revista a toda su obra, la traducida al español y la que queda en el tintero.
Con la publicación, en mayo del 2012, de la obra inédita, Paul Bowles, el recluso de Tánger, Cabaret Voltaire empieza a rescatar del olvido la obra del “mirlo blanco de Tánger”.

El libro es una aproximación íntima al escritor, pero no es siempre muy servicial y complaciente. Está cargado de emociones, de aseveraciones y de duros juicios que Chukri emite contra su mentor y padre literario. El libro se consideró un ajuste de cuentas. El mismo Chukri reconoce, en una extensa entrevista: “Con mi libro sobre Paul Bowles, habré matado a mi segundo padre. ¡Basta ya de matar padres!”

Segundo padre, porque Chukri ya había matado, en El pan a secas y en su imaginación, al primero, su padre biológico. En noviembre del 2012 Cabaret Voltaire publica El pan a secas, una nueva traducción que incluye cambio de título siguiendo la sugerencia de Juan Goytisolo. Sugerencia que,  personalmente, comparto porque, según el DRAE, la expresión “a secas” es una locución adverbial que significa solamente, sin otro cosa alguna. Además se ajusta más al sentido árabe.

Tennessee Williamsdescribe El pan a secas como “un verdadero documento de la desesperación humana.” Tiempo de errores,  revisada y publicada en 2013, relata su odisea para aprender a leer y escribir y Rostros, amores, maldiciones completa su trilogía autobiográfica pero ninguna llegó a competir con la fama de El pan a secas.

Jean Genet en Tánger, publicada en 2013. Son conversaciones entre Chukri y Genet recogidas en forma de dietario. William Burroughs escribió: “En el diario de Chukri, veo y oigo a Genet con tanta claridad como si estuviera viendo una película sobre él”.

Ahora toca hablar de las obras inéditas en español. El loco de las rosas, una recopilación de cuentos escritos entre 1967 y 1978. Fue publicada en versión árabe en 1978. El libro se está traduciendo y próximamente lo publicará Cabaret Voltaire.

El Zoco Chico novela publicada, en versión árabe,  en 1985  parece ser una continuación de El pan a secas pero con variantes en la vida del personaje-protagonista. Ali, un joven campesino del Rif, es el fiel reflejo de Chukri en Tánger.
Tennessee Williams en Tánger, traducida por Paul Bowles y publicada en 1973. Se publicó en versión árabe en 1983. Chukri cuenta sus encuentros y conversaciones con Tennessee Williams durante su visita a Tánger en el verano de 1973.
La seducción del mirlo blanco, publicada en 1998. Chukri parte de algunos trabajos literarios como los de Jean Paul Sartre (Las manos sucias), William Shakespeare (Hamlet), Albert Camus (El extranjero) o Najib Mahfouz (El ladrón y los perros) para reflexionar y plasmar su propia experiencia literaria.
La Jaima es una recopilación de cuentos publicada en 1985. La felicidad es una obra teatral publicada en 1994. Chukri, rompe, una vez más, los moldes y pasa a decir lo indecible. Refleja la absoluta libertad sexual y emocional de la mujer, del hombre, de la pareja.

Para terminar esta intervención, quisiera hacerlo con un juego de palabras que recoge las obras inéditas en español. El loco de las rosas lucha contra La seducción del mirlo blanco en La Jaima montada en El Zoco Chico. El objetivo, La felicidad de conversar con Tennessee Williams en Tánger.

Rajae Boumediane El Metni


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